Es solo un sueño en un sueño
Toma en la frente este beso, y por librarme de un peso te digo que acertaiste si creias que han sido un sueño de mis dias, ¿Pero es acaso menos grave que la esperanza se acabe de noche o a pleno sol, con o sin una visión? Hasta nuestro último empeño es sólo un sueño dentro de un sueno. EDGAR ALLAN POE
lunes, 17 de octubre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
Divagar
“Divagar, divagar, divagar ¡Ay cómo divaga la mente! Cuando empiezas quizá nunca pares.
Y divagas, divagas, como tirando del pequeño estambre que cuelga de tu cintura,
Y tiras y tiras, cada vez más rápido, pareciera nunca terminar. Pasas del clima y cómo molesta tus zapatos, de la tienda donde los compraste hasta el día en el que por fin te enamoraste…
Divaga, divaga y sigue y sigue, cuando menos lo esperas terminas con una tremenda bola de estambre ideológico y un terrible frío existencial”
jueves, 26 de mayo de 2011
No sé me importa un pito que los hombres
homenaje a Oliverio Girondo
No sé, me importa un pito que los hombres
No sé me importa un pito que los hombres tengan un cuerpo esculpido por el mismo Miguel Ángel o sean los huesos de un pobre perro callejero; tengan los brazos seguros o sean el mismo suspiro del miedo. Le doy importancia igual a cero que sus ojos tengan el hermoso brillo de las mañanas o que tengan permanentes lagañas. Soy perfectamente capaz de soportarles estaturas napoleónicas aún cuando se crean altos y guapos; ¡pero eso sí! – y en esto soy irreductible – no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo los que pretendan seducirme!
Esta fue – y no otra – la razón de que me enamorara tan locamente del viento celeste.
¿Qué me importaba que sus brazos rodearan de vez en cuando otras siluetas de arcilla pura, ni que sus besos me recordaran perfumes olvidados? ¿Qué me importaba su sortija en el bolsillo del pantalón o las llamadas de trabajo hogareño? ¡Ese hombre era una pluma ligera!
Me llevaba volando de la tierra al paraíso, de la verdad al sueño mismo.
¡Con qué impaciencia esperaba al amado mío! Esperando siempre pendiente del reloj, esperaba que llegara de donde sea que sus pies le llevaran hasta mi dulce cama y a los pocos segundos lo abrazaba con mis piernas, lo colmaba de besos y deseos, de te quieros y caricias para irnos volando a algún lugar.
Volando, siempre volando, nos abrigaban las nubes y nos alumbraban las estrellas, por horas las caricias eran las palabras del más bello poema de amor y, súbitamente, llegaba el calor interior que te lleva a tocar el paraíso y te regresa en espasmos acalorados a las sabanas de esa dulce habitación.
¡Qué delicia tener hombres tan ligeros como ese amante mío! Tan ligeros, tan ligeros que volando el tiempo regresan a su nido pensando ésta mujer, pensando en las nubes, pensando siempre en volar.
No sé, me importa un pito que los hombres
No sé me importa un pito que los hombres tengan un cuerpo esculpido por el mismo Miguel Ángel o sean los huesos de un pobre perro callejero; tengan los brazos seguros o sean el mismo suspiro del miedo. Le doy importancia igual a cero que sus ojos tengan el hermoso brillo de las mañanas o que tengan permanentes lagañas. Soy perfectamente capaz de soportarles estaturas napoleónicas aún cuando se crean altos y guapos; ¡pero eso sí! – y en esto soy irreductible – no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo los que pretendan seducirme!
Esta fue – y no otra – la razón de que me enamorara tan locamente del viento celeste.
¿Qué me importaba que sus brazos rodearan de vez en cuando otras siluetas de arcilla pura, ni que sus besos me recordaran perfumes olvidados? ¿Qué me importaba su sortija en el bolsillo del pantalón o las llamadas de trabajo hogareño? ¡Ese hombre era una pluma ligera!
Me llevaba volando de la tierra al paraíso, de la verdad al sueño mismo.
¡Con qué impaciencia esperaba al amado mío! Esperando siempre pendiente del reloj, esperaba que llegara de donde sea que sus pies le llevaran hasta mi dulce cama y a los pocos segundos lo abrazaba con mis piernas, lo colmaba de besos y deseos, de te quieros y caricias para irnos volando a algún lugar.
Volando, siempre volando, nos abrigaban las nubes y nos alumbraban las estrellas, por horas las caricias eran las palabras del más bello poema de amor y, súbitamente, llegaba el calor interior que te lleva a tocar el paraíso y te regresa en espasmos acalorados a las sabanas de esa dulce habitación.
¡Qué delicia tener hombres tan ligeros como ese amante mío! Tan ligeros, tan ligeros que volando el tiempo regresan a su nido pensando ésta mujer, pensando en las nubes, pensando siempre en volar.
martes, 23 de marzo de 2010
Niña Violada
Palabras que no conoce se deslizan por su espalda
Seduciendo sus oídos
Induciendo sus sentidos
¿Qué hace un hombre seduciendo a una niña?
Tocando su cintura
Acariciando su sexo
Llevándola a la locura.
Pobre niña violada,
Dio consentimiento y
Abrió su mundo
Para que él entrara.
Pobre niña violada de amor
Que el hombre fue pura ilusión.
Pobre niña violada del corazón
Que de él ya no hay razón.
Ahora la niña ya no ve rosas,
ve espinas y llora.
Ahora la niña ya no sueña
Grita, si es que se acuerda.
Ahora la niña teme amar
Mientras él pretende jugar.
viernes, 19 de febrero de 2010
Maldigo
Lo siguiente estaba escrito en un cuaderno mio que hace tiempo no veía.
Maldigo el cielo, despejado y claro
Maldigo el sol y a la lluvia por no llegar,
planeaba tirar mis lágrimas cuando
el cielo tirara las suyas, así podría con fundir
su llanto con el mio.
Pero el día es soleado y mi dolor es tan pesado,
maldigo estos días con rabia en el corazón,
maldigo, en un arranque de egoísmo tu felicidad y lloro,
lloro por dentro para que no sepas cuanto duele,
lloro por dentro porque ha nacido en mi el orgullo que creía tan estúpido
y maldigo el tiempo, tiempo que nunca llegará.
Maldigo mi alma traicionera por salirse de mi cuerpo en nuestro primer beso,
la maldigo por dividirse y dejar que una de mis mitades siguiera tus pasos,
Tu la has ignorado y ahora esta perdida y sin tumbo,
te maldigo por dejarme incompleta,
maldigo las rosas y te maldigo a ti,
maldigo tus días y como me llegué a sentir.
Maldigo el cielo, despejado y claro
Maldigo el sol y a la lluvia por no llegar,
planeaba tirar mis lágrimas cuando
el cielo tirara las suyas, así podría con fundir
su llanto con el mio.
Pero el día es soleado y mi dolor es tan pesado,
maldigo estos días con rabia en el corazón,
maldigo, en un arranque de egoísmo tu felicidad y lloro,
lloro por dentro para que no sepas cuanto duele,
lloro por dentro porque ha nacido en mi el orgullo que creía tan estúpido
y maldigo el tiempo, tiempo que nunca llegará.
Maldigo mi alma traicionera por salirse de mi cuerpo en nuestro primer beso,
la maldigo por dividirse y dejar que una de mis mitades siguiera tus pasos,
Tu la has ignorado y ahora esta perdida y sin tumbo,
te maldigo por dejarme incompleta,
maldigo las rosas y te maldigo a ti,
maldigo tus días y como me llegué a sentir.
viernes, 29 de enero de 2010
Cosas sin importancia
El Sol es apenas una luz que sale de las nubes grises, sale a veces y regresa a esconderse, ese Sol es el que mas te gusta, lo miras cuando se esconde e imaginas la vista del mundo que ha de tener.
Cierras tus ojos y vuelves tu vista hacia el sol, crees mirarlo a través de tus parpados,
Los rayos esporádicos del mismo tocan tu rostro llenándolo de calidez momentánea, sonríes y te propones caminar.
Con tus ojos aún cerrados das pasos temerosos y tus brazos se extienden para darte algo de seguridad al caminar, ves sombras en tus parpados, sombras que te dan idea de lo que hay a tu alrededor y piensas, imaginas, ves.
El Sol sale nuevamente pegándote directo en la cara y sonríes, caminas ahora sin extender los brazos porque sabes qué hay frente a ti, debajo de tus pies, caminas con seguridad porque crees saberlo todo e imaginas, imaginas tu mundo, tus pasos, te imaginas a ti caminando por una vereda amplia y segura, no hay nada frente a ti, sólo un camino seguro y cómodo, caminas y crees saberlo todo.
Tus pasos son cada vez mas largos y sin titubeos, lo vez todo dentro de tu mente y caminas erguido con la frente en alto mientras escuchas tus pasos cada vez mas apresurados chocar con el suelo, escuchas el viento contra las hojas de los árboles que te rodean, es una melodía que crees entender, son voces que emiten sentimientos y colores. Caminas casi trotando y escuchas los pájaros cantar alegremente, algunos crees que discuten, otros cantan y unos simplemente callan; escuchas todo y caminas.
Al fin la seguridad te invade y corres, sientes el aire rozar tus mejillas y la brisa fría hace que tus sentidos se activen, sientes la humedad del ambiente caer sobre tus hombros y corres más rápido, con tus ojos aún cerrados corres queriendo despegar del suelo y emprender un vuelo que te lleve al infinito, a tocar las nubes y morir al llegar al sol.
El sol se oculta nublando tu visión, nublando y cegando tu seguridad, tus pasos se detienen en seco y te sientes en el borde del final del camino, no hay nada mas delante de ti, o al menos eso es lo que sienten tus ojos, pero finalmente, giras en tus puntas y admiras con tu nariz el hermoso aroma de las primeras gotas de una tormenta mezclarse con la tierra, es el aroma mas hermoso y tu nariz lo sabe. Te sientas en el poco pasto que crees sentir y sientes con tus manos la tierra mojada entre tus dedos, sientes como parte de esta se queda en tus dedos, sientes que es fría y te encanta.
Las gotas mojan de poco a poco tu rostro que mira hacia el cielo, sientes como toda tu ropa se impregna de humedad y te sientes helado por fuera, tu nuca se va hundiendo cada vez más en el lodo que hay bajo tu cuerpo y juegas con tus manos dentro de la tierra.
Una vez que la lluvia cesa, tu mente comienza a funcionar claramente, abres tus ojos y de estos brotan lágrimas continuas, mientras que tu respiración es inconstante, casi no puedes respirar,lloras sin control, te sientes sola y lo único que tienes es tu llanto.
miércoles, 20 de enero de 2010
Muero sin mi
varada en silencio, muero sin mi
el tiempo es eterno y yo muero al fin,
las horas pasan, el cielo muere, y yo, yo muero sin ti.
es el silencio que me mira, acostumbra mirarme
el silencio es testigo de que lloro,
lloro mientras sólo veo al silencio
y este me mira a mi.
lo único que veo mientras muero y
Todo es gris, mientras dure, todo es gris
¿dónde quedaron los rojos, los cafés, los naranjas y los azules?
todo muerto, todo olvidado, todo muere sin mi.
y ahora las lágrimas que nunca tire, llena mi ser
llenan el infinito y quieren salir.
todo es agua que brota de mi ser,
incontrolable tristeza, inevitable llanto,
tan inevitable como morir sin él, sin mi, sin ti, sin nosotros.
Y odio morir sin mi, mientras mi cuerpo caduca
mi mente es eterna por la larga espera,
espera de tus brazos sobre mi piel,
de tus besos, tus besos tan mágicos, la espera de tus ojos.
la espera de ti, la espera por ti.
Todo vive y yo muero sin mi.
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