sábado, 1 de noviembre de 2008

Carta de una Amante


No quise intervenir señorita,
pero aquel a quien dice amar,
ese hombre de sonrisa encantadora,
de mirada dulce,
no es mas que un farzante,
que le ha tomado por una tonta,
que le ha visto la cara de imbecil,
ese hombre de manos suaves,
de piel terza y apasionados labios,
ese con quien comparte habitacion,
ese que enamora a cada suspiro,
que seduce con sus bellas caricias,
ese que sabe amar a cada noche de pasiones,

el hombre de sus sueños, pensara, su marido, afirmara, si, de el es esta descripcion,
y tengo que confesar que soy la causante de esas escapadas nocturnas,
esa por la cual se queda a trabajar hasta tarde algunos dias,
la dueña de ese labial en sus camisas,
si, el que ha querido ignorar,
pensando que es un juego y nada mas,
una aventura que pronto acabara,
ya no importa, piensa, ya que esta segura le perdonara,

Pero ya no hay por que llorar señora mia,
basta de esconderce en el armario, me ha dicho,
basta de escapadas temiendo ser descubiertos,
ya no le mentire mas a mi mujer, me asegura
pues sere yo la que le comunique, que sera mio de tiempo completo,
ya que mis labios le han gustado mas que sus desdichas de pareja,
que le ha gustado mi cuerpo que es suyo cada noche, cuando el suyo lo es cada mañana,
que mi pasion le atrajo mas que su amor de niños,
que mis caricias le seducen mas que sus gritos,
en fin señora, creo que ambas amamos al hombre perfecto, y este solo se descontrola por una, yo.

no se preocupe mas, que yo le cuidare,
duerma tranquila esta noche, pues ya no le queda nada por descubrir,
ningun enigma que le perturbe,
duerma bien, que yo lo hare mejor.

atentamente
La fiel amante

1 comentario:

Gerardo Sánchez dijo...

hola, curioso escrito, ya te respondi. Estaba de ocioso.

Dberiamos ponernos a hacer escritos jaja.

Cuidate